CONCENTRACIÓN Y DISPERSIÓN ESPACIAL COMO UNA ESTRATEGIA DE SOBREVIVENCIA DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS DE HIDALGO
CONCENTRATION-DISPERSION AS SURVIVAL STRATEGY FOR INDIGENOUS PEOPLES AT HIDALGO
Resumen
El análisis de concentración y dispersión de población indígena del Estado de Hidalgo tiene como objetivo identificar la estrategia de ocupación territorial seguida por las principales poblaciones indígenas a la vez que se hace un seguimiento del crecimiento poblacional experimentado durante el periodo 1970 a 2010. De esta forma, se cuantifica la evolución espacial y el crecimiento de población hablante de lengua indígena de los cinco principales grupos etnolingüísticos con la finalidad de establecer los patrones de crecimiento en el sentido de si las poblaciones han logrado mantenerse, expandirse o contraerse.
Palabras clave: concentración-dispersión, población, indígenas, crecimiento, etnolingüístico
Abstract
Analysis of concentration and dispersion of the indigenous population of Hidalgo’s state aims to identify the strategy of territorial occupation followed by the main indigenous populations while monitoring population growth experienced in the last forty years from 1970 to 2010. In this way, it will quantify the evolution in space and growth, of indigenous language speaking population, at time for the five major ethno-linguistic groups to conclude whether their populations have managed to remain, expand or locate in way to extinction.
Keywords: concentration-dispersion, population, indigenous, growth, ethnolinguistic
Introducción
Los trabajos relativos al estudio de las poblaciones indígenas se han enfocado principalmente al análisis de sus características demográficas, en particular al estudio de su mortalidad, fecundidad y migración, asociándolas al nivel socioeconómico o distintos factores culturales. De forma que este trabajo representa uno de los primeros esfuerzos enfocados al análisis del fenómeno de concentración-dispersión de poblaciones indígenas y sus efectos sobre la sobrevivencia de los mismos.
Si bien, se sabe que muchas de las poblaciones indígenas han experimentado una importante disminución del número de sus efectivos, dicha disminución no se ha presentado de forma homogénea para todos los grupos etnolingüísticos, aunque las causas se atribuyen principalmente a dos factores; la pérdida de la lengua (es decir, la población se asimila paulatinamente a la población mayoritaria con la consecuente pérdida de cultura e identidad) y la emigración que supone una pérdida inmediata de capacidad productiva y reproductiva (García, 2005).
La paulatina pérdida de la lengua indígena está fuertemente asociada con las necesidades cotidianas de comunicación de las comunidades indígenas, lo que ha fomentado el uso del español. En Hidalgo 60% de los hablantes de lenguas indígenas son bilingües y solamente 8% son monolingües, con las conocidas consecuencias asociadas al monolingüismo indígena, que implican menor acceso a información, a mercados, servicios y oportunidades de empleo, entre otras (CDI, 2006a).
La Población Indígena del Estado de Hidalgo
Este trabajo se realizó íntegramente con datos de los censos y conteos de población proporcionados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía de México de 1970 a 2010. Para fines del mismo, se consideró como población indígena únicamente a aquellas personas de cinco o más años que contestaron afirmativamente a la pregunta de si hablaban alguna lengua indígena. De forma que la población indígena se identificó con base en los censos y conteos de población utilizando el criterio lingüístico, que se refiere a la condición de habla de lengua indígena. Así, la población hablante de lengua indígena (phli) para todos los años de análisis está conformada por aquellos individuos de cinco años o más que afirmaron hablar alguna lengua indígena.
El estado de Hidalgo, según el censo nacional de población 2010, contaba con un total de 2.3 millones de habitantes, de cinco años o más, de los cuales, 359 mil declararon ser hablantes de alguna lengua indígena, es decir, 15.1 por ciento de la población total del estado. Para el periodo comprendido entre los años 1970 a 2010, la tasa de crecimiento de la población general fue del 2.3, mientras que la tasa de crecimiento de la phli fue del 1.4 por ciento (véase gráfica 1). La phli decreció su presencia en términos relativos en la entidad, por dos razones, una disminución real de sus efectivos (pasó del 20 al 15 por ciento en el periodo de estudio) y una presencia menor en municipios, es decir se encuentran más concentrados en términos espaciales (véase tabla 1 y 2).
La población indígena del estado de Hidalgo puede dividirse en 48 grupos etnolingüísticos, según cifras de los tabulados básicos para lenguas indígenas de Hidalgo (CDI-PNUD, 2006), INEGI, censo de 2010. Sin embargo, son sólo tres las más representativas de la entidad (véase gráfica 2). Por su número destacan el Náhuatl y el Otomí, seguidos por el Tepehua. En conjunto estos tres grupos indígenas representan una proporción superior al 96% de la población indígena de la entidad, proporción que se mantiene a lo largo del periodo 1970-2010. Para fines de este trabajo analizaremos las cinco lenguas más representativas de Hidalgo. Se decidió añadir al análisis a los grupos Mixteco y Zapoteco debido, básicamente, al rápido nivel de crecimiento observado durante el periodo de estudio, aún a sabiendas de que no son estadísticamente representativos (CDI, 2006b). No obstante, pueden aportar elementos esenciales para la discusión en términos cualitativos.
Los pueblos indígenas originarios de Hidalgo se ubican en básicamente tres regiones:
(1) La huasteca,
(2) La región Otomí y
(3) La Sierra Norte de Hidalgo, Puebla y Totonacapan.
La Huasteca, es una de las regiones más grandes y ricas en recursos naturales de México con casi 1.6 millones de habitantes, de ellos, poco más de 920 mil son indígenas, según cifras del CDI para 2005 (CDI, 2005). En esta región se encuentran las mayores concentraciones de población Pame, Huasteca, Tepehua, y Náhuatl, esta última con cerca de 400 mil personas, las cuales representan 25 por ciento del total de nahuas del país. La región tiene 55 municipios, de los cuales, 8 están en Hidalgo, 21 en San Luis Potosí, 17 en Veracruz y el resto en Tamaulipas.
La Huasteca hidalguense incluye los municipios de Atlapexco, Huautla, Huazalingo, Huejutla, Jaltocán, San Felipe Orizatlán, Xochiatipan y Yahualica. En estos municipios la población indígena es mayoritaria, representando aproximadamente el 85 por ciento del total de habitantes de la zona. El Náhuatl representa el 87 por ciento, el Otomí 12 por ciento y el Tepehua 1 por ciento.
La región Otomí está conformada por 14 municipios, dos de los cuales se encuentran en Querétaro y los restantes 12 en Hidalgo. La región Otomí ocupa el valle del Mezquital. La población otomí es uno de los grupos etnolingüísticos que presentan mayor dispersión territorial, lo que dificulta la delimitación de una zona geográfica que incluya un alto porcentaje de su población total (existe una importante cantidad de municipios con menos del 1 por ciento de hablantes de Otomí). Al año 2010 el Otomí es hablado por poco más de 288 mil mexicanos, de los cuales 115 mil habitan en Hidalgo.
La región de la Sierra Norte de Puebla y Totonacapan se extiende por los estados de Puebla, en 57 municipios, Veracruz en 114 municipios e Hidalgo con un municipio, Acaxochitlán. El municipio está ocupado principalmente por los grupos Náhuatl, Otomí, Totonaca, Tepehua y Mazateco. El porcentaje de población indígena en dicho municipio es superior al 36 por ciento, a lo largo de todo el periodo de análisis (1970-2010).
Tasas de Crecimiento
El crecimiento en términos absoluto de la phli observado durante el periodo 1970 - 2010, se estima de tan solo 158 mil personas, al pasar de 201 a 359 mil, en un periodo de 40 años, mismo que comprende los años de crecimiento poblacional producto del desfase entre en descenso de la tasa de mortalidad y de fecundidad originados por la transición demográfica (Cerda y Marmolejo, 2002). Los efectos sobre la población Hidalguense consistieron en un incremento de 789 mil a poco más de dos millones de habitantes, situación muy parecida a la ocurrida en el resto del país.
La tasa de crecimiento de la phli fue del 1.5 por ciento, al tiempo que para la población del estado fue del 2.2 por ciento, el nacional fue del 2.3 por ciento, para el periodo 1970-2010. Si comparamos la tasa de crecimiento de la phli de Hidalgo con la tasa registrada para la phli del resto del país (1.9%) puede observarse un crecimiento significativamente menor.
La tasa de crecimiento de la población por grupo etnolingüístico presentó a grandes rasgos el mismo comportamiento que su contraparte estatal, por ejemplo, la población Náhuatl creció a un ritmo del 1.9% anual, los Otomíes a una tasa del 2.5%, los Tepehuas a ritmos del 1%, los Mixteco al 6.3% y los Zapotecos al 5.9%, todo ello durante el periodo 1970-2010. Las tasas de crecimiento inter-censales para cada una de las lenguas indígenas pueden verse en la gráfica 4.
Metodología
Los datos sobre lenguas indígenas registrados por los diferentes censos y conteos se concentraron en cuadros clasificados por tipo de lengua, y se cuantificaron por municipio. Se consideró que había presencia de alguna lengua indígena en el municipio si este contaba con al menos el 0.5 por ciento de la población total hablante de la lengua en la entidad (véase tabla 2).
El análisis de la distribución de la población indígena en los municipios se realizó con base en una tipología de municipios construida como una variante de la metodología empleada por la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI, 2006a:16), en donde se considera municipio indígena a aquel municipio cuya proporción de población indígena sea igual o mayor al 40 por ciento de la población total del municipio, después consideraremos aquellos municipios con menos del 40 por ciento y más del 20 por ciento de población indígena respecto a la población total y los denominamos municipio con presencia indígena. Finalmente consideraremos los municipios con menos del 20 por ciento de población indígena y más del 0.5 por ciento y los denominamos municipios con presencia indígena dispersa.
Análisis de Concentración-Dispersión de Población Indígena
En esta sección analizaremos la evolución de la población indígena en el estado de Hidalgo y su concentración - dispersión en los 84 municipios que lo conforman. De forma general, los municipios indígenas del estado han pasado de 19 a 15 entre los años 1990 a 2010, los municipios con presencia indígena se han incrementado al pasar de 6 a 9 en el periodo señalado, mientras que los municipios con presencia indígena dispersa se han mantenido prácticamente constantes al pasar de 59 a 60 en el periodo señalado (véase tabla 1).
El análisis de la distribución de la población indígena en el territorio nos permite por una parte conocer la proporción de población indígena presente en cada uno de los municipios y por otra, identificar las diferentes lenguas en su respectiva ubicación espacial. Para identificar la presencia de alguna lengua indígena en cada uno de los municipios se contabilizaron los municipios donde la presencia de población hablante de la lengua fuera por lo menos del 0.5 por ciento del total de hablantes de la lengua en el estado, de otra forma se consideró que la lengua no estaba presente en el municipio (CDI-PNUD, 2002). Bajo esta perspectiva puede observarse, en la tabla 2, que la lengua con mayor concentración espacial, en términos del número de municipios en los que reside, es el Tepehua.
El mapa 1 muestra la tipología de municipios indígenas del estado de Hidalgo. En el mismo se observan las 3 regiones indígenas más importantes de la entidad. La heterogeneidad de la composición etnolingüística del estado de Hidalgo puede observase en la elevada cantidad de municipios con población indígena dispersa, situación que refleja también la elevada concentración de la población de los tres principales grupos etnolingüísticos, situación que prevalece a lo largo de todo el periodo de análisis.
Lo anterior tiene como consecuencia que en promedio 11 por ciento de los municipios del estado tienen presencia indígena, mientras que otro 11 por ciento son municipios indígenas. En contraste, 25 grupos etnolingüísticos se ubican en municipios indígenas con menos del 10 por ciento de su población hablante y el restante 90 por ciento de su población hablante radica en municipios con presencia indígena o con presencia indígena dispersa. Cabe también mencionar que de entre estos 25 grupos etnolingüísticos predominan los municipios con apenas unos cuantos cientos de hablantes, como es el caso de los Mixes, que sumaron poco más de 200 personas al año 2010.
Por su importancia política y económica, cabe destacar que los municipios de Pachuca de Soto, Tepeji del Río y Tulancingo presentan presencia de población indígena e indígena dispersa, pero ninguno de ellos conforma una región indígena de Hidalgo (García-López, 2007).
La revisión por tipo de municipio indica que las regiones de Hidalgo en donde habitan los grupos etnolingüísticos más importantes son: la Huasteca, región donde se encuentra la mayor concentración de población Náhuatl, la región del valle del Mezquital donde se encuentra una gran proporción de población Otomí y la región de la Sierra Norte de Puebla y Totonacapan ocupada principalmente por los grupos Náhuatl, Otomí, Totonaca, Mazateco y Tepehua. Esta última, es la región donde se asienta la mayor proporción de población Tepehua de la entidad y del país (Marmolejo y Roca, 2008).
Náhuatl
La lengua Náhuatl de la huasteca pertenece al grupo lingüístico yuto-azteca, sus orígenes son considerados poco claros, la versión más difundida refiere la influencia de diversas lenguas como la tolteca, provenientes del Altiplano central y la olmeca del Valle de Puebla y Tlaxcala.
La población náhuatl que se encontraba originalmente concentrada en la región de la Huasteca, en el periodo 1990-1995, al calcular sus tasas de crecimiento, se distinguen dos conductas, una primera, en la Huasteca, donde se observa un fuerte crecimiento, con tasas de entre 1 y 5 por ciento anual (véase mapa 2) y una segunda, en los municipios que se encuentran fuera de la región, donde los valores son de pérdida, de menos 1 a menos 5 por ciento anual.
Para el periodo 2000-2005 la población se concentrada en dos regiones, la Huasteca y en los valles cercanos a Tulancingo. La región de asentamiento tradicional es en donde se presenta un mayor crecimiento de población hablante de Náhuatl (con tasa de crecimiento entre el 1 y el 5 por ciento anual), mientras que en los municipios colindantes a los valles de Tulancingo se observan tasas de crecimiento moderadas.
Durante el quinquenio de 2005-2010, sólo un municipio hidalguense muestra decremento en la población náhuatl. Es el municipio donde se concentra la población hablante de Tepehua. Los municipios tradicionalmente Náhuatl puede observarse un crecimiento alto en la mayoría de los casos y en algunos pocos de equilibrio, en los municipios restantes se ve un incremento en las tasas de crecimiento de la población Náhuatl como un proceso de expansión y de búsqueda de mejores condiciones laborales o de vida.
Otomí
El otomí es considerado una lengua tonal, cuyas variantes están fuertemente asociadas con su distribución geográfica. De acuerdo con su clasificación lingüística, el otomí, junto con el mazahua, el pame, el ocuilteca, el chichimeca-jonaz y el matlatzinca, pertenece a las lenguas otomianas, las cuales a su vez pertenecen a la rama otopame de la familia otomangue.
Al igual que otros grupos indígenas, los otomíes, no ocupan un territorio fijo, sino que se encuentran dispersos en los estados de: Querétaro, Hidalgo, Puebla, Veracruz y el Estado de México. En Hidalgo, la población otomí es la de mayor expansión en el territorio, su región de origen puede identificarse en los valles del Mezquital e Ixmiquilpan con presencia en áreas lejanas como la Sierra de Puebla y los valles de Tulancingo y de Pachuca.
En el periodo de 1990-1995 su tasa de crecimiento, en el 60 por ciento de los municipios hidalguenses, fue moderada, entre el equilibrio y un crecimiento bajo, pero su comportamiento territorial fue desordenado, como en busca de nuevos territorios (véase mapa 3).
Para 2000-2005 se distingue un crecimiento estable en los nuevos espacios ocupados, con crecimientos altos en algunos municipios tradicionales o nuevos, mientras que en otros la poca población muestra decrementos como una señal de migración.
Para el caso de las poblaciones hablantes de Mixteco y Zapoteco se presume que se trata de poblaciones inmigrantes a Hidalgo ya que como sus regiones de origen se encuentran en otros estados del país. La situación de inmigración puede estar ligada a otro tipo de conductas poblacionales (Banco Mundial, 2009), se identifica desde 1990 un patrón condicionado por la oferta y demanda de empleo y vivienda sobre todo en los municipios de Tulancingo, Ixmiquilpan y los cercanos a la Zona Metropolitana de la Ciudad de México.
Tepehua
El Tepehua es la lengua tradicional de la sierra oriente de Hidalgo (municipio de Huehuetla), bocasierras y sierras del norte de Puebla (municipio de Pantepec) y de los municipios de Ixhuatlán de Madero, Texcatepec, Tlachichilco y Zontecomatlán de Veracruz.
El Tepehua es una lengua fuertemente emparentada con el totonaco; hace algunos siglos eran una sola y con el paso del tiempo se diversifico hasta constituir dos lenguas. La localización geográfica de dichas lenguas permite suponer que en algún momento se habló una sola lengua, o una variante de las mismas en toda la región del Golfo de México.
En promedio, durante el periodo 1990-2010, el 93 por ciento de la población hablante de Tepehua en el estado de Hidalgo se concentró en el municipio de Huehuetla. Es decir que éste grupo etnolingüístico presenta un alto nivel de concentración, lo cual ha tenido como consecuencia que la tasa de crecimiento sea de menos 0.7 por ciento anual. Lo que coloca a dicha población en un camino de lenta extinción.
El crecimiento negativo de la población Tepehua puede también explicarse por la emigración hacia diferentes zonas metropolitanas de México, o a los Estados Unidos. Situación que ha sido originada por la necesidad de acceder a mejores condiciones laborales y de vida (Camarena y Cortés, 2008).
Mixteco
El Mixteco es un idioma tonal, es decir que el significado de las palabras cambia según el tono con que se exprese Además, es una lengua que comprende muchas variantes, en cuyo número y clasificación no existe un consenso.
Los mixtecos son el cuarto pueblo indígena más numeroso de México, después de los Náhuatl, los Mayas y los Zapotecos. Los mixtecos se asentaron originalmente en un vasto territorio que abarca el noroeste del estado de Oaxaca, el extremo sur del estado de Puebla y una franja al oriente del estado de Guerrero. Esta región es conocida como la región Mixteca. Es decir, los Mixtecos no son un pueblo originario del estado de Hidalgo, por lo que es de presumir que llegaron vía una inmigración reciente.
La población Mixteca en el estado alcanzo una cifra de 677 hablantes en el año 2010, incrementándose desde 122 en el año de 1990, es decir que presento un crecimiento del 8.5 por ciento anual durante el periodo señalado. Sin embargo, lo escaso de la población no permite hacer una estimación seria de las tasas de crecimiento poblacional por municipio.
Zapoteco
El término zapoteco comprende un importante número de dialectos los cuales no son siempre mutuamente inteligibles, ello significa que dichas variantes empezaron a divergir del proto-zapoteco hace algunos siglos. El Zapoteco está compuesto por entre 8 a 38 variantes según el tipo de clasificación.
Históricamente, los zapotecos se ubican en la zona montañosa del norte de la ciudad de Oaxaca, en la región sur del istmo de Tehuantepec y en la zona montañosa al sur del mismo estado de Oaxaca. Al igual que la población Mixteca en el estado de Hidalgo, la población Zapoteca llego a la entidad por una emigración ocurrida hace pocas décadas.
La población hablante de Zapoteco alcanzo una cifra de 533 hablantes en el año 2010, incrementándose de una cifra de 308 en el año de 1990, es decir que presento un crecimiento anual del 2.7 por ciento durante los años señalados. Sin embargo lo escaso de la población tampoco permite hacer una estimación seria de las tasas de crecimiento poblacional. No obstante se presenta un análisis de la evolución de la población por municipio.
Conclusiones
Puede observarse a lo largo del periodo de estudio que la población hablante de lengua Náhuatl se concentró básicamente en 8 municipios de la Huasteca, y que actualmente se encuentra en una fase de expansión lenta hacia los municipios aledaños, lo que se debe sin lugar a dudas a la velocidad con la que este grupo poblacional va creciendo en las últimas décadas, especialmente en los municipios donde tiene mayor presencia. Es decir que concentrarse en unos pocos municipios le ha permitido a la población Náhuatl, mantener altas tasas de crecimiento a lo largo del tiempo.
La población hablante de Otomí a inicios de los años setenta podía verse dispersa a lo largo del valle del Mezquital, sin embargo, en años recientes, la población ha ido concentrándose lentamente en los municipios centrales del valle, con lo que su tasa de crecimiento, al menos en el periodo 2005-2010, ha alcanzado niveles por encima del promedio del país. Lo que significa que la población Otomí ha optado por la estrategia de concentrarse en los municipios en donde tiene una fuerte presencia.
Así, puede concluirse que dos poblaciones indígenas con tasas altas tasas de crecimiento poblacional han optado por elegir una estrategia de concentración, mientras el pueblo Náhuatl ha iniciado un proceso de colonización en los territorios aledaños, la población Otomí ha preferido concentrarse en los municipios donde tiene mayor presencia.
La población hablante de Tepehua presenta una característica muy particular, la de encontrarse concentrada en solo un municipio (Huehuetla), junto con una tasa de crecimiento negativa. Es decir que la estrategia de concentración ha llevado al grupo Tepehua a una situación de alta vulnerabilidad respecto de su sobrevivencia en el largo plazo, pese a que se sabe que existen algunos núcleos de población Tepehua dispersos al interior de México y de los Estados Unidos, la conservación de su lengua y cultura no está garantizada.
La población Mixteca y Zapoteca representan dos grupos etnolingüísticos cuyas estrategias de concentración-dispersión se contraponen, ya que mientras el primer grupo optó por una estrategia de concentración, el segundo se dispersó en un mayor número de municipios (véase tabla 2), pese a que las tasas de crecimiento observadas para ambas poblaciones resultaron ser positivas. Una de las razones que puede explicar la evolución de ambos grupos en el estado de Hidalgo es la inmigración recientmente observada desde el estado de Oaxaca.
En general puede concluirse que las tasas de crecimiento experimentadas por las poblaciones indígenas del estado de Hidalgo pueden relacionarse con la estrategia de concentración-dispersión observada, pero dicha relación se encuentra mediada por factores que pueden estar ligados a la densidad de población presente en una zona específica del territorio, es decir, que una mayor masa crítica de población conviviendo en un mismo espacio y tiempo puede efectivamente incrementar la tasa de crecimiento de un grupo poblacional en el tiempo de forma sostenida (Boix, 2003). Sin embargo, es claro que existen, también, otros factores que median la relación entre el crecimiento poblacional y la estrategia de concentración-dispersión, entre los que se encuentran: los recursos naturales y económicos disponibles y la capacidad de empoderamiento de los pueblos, lo que se refleja en la capacidad de una población para proteger e imponer los elementos básicos de su cultura como son su lenguaje, religión e indumentaria.
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