Los rasgos a evaluar en el desempeño docente. La voz de los estudiantes

Traits to evaluate in teaching performance. The voice of the students

Raciel Sánchez Rincón racieluatx@gmail.com Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad Autónoma de Tlaxcala Tlaxcala, México orcid https://orcid.org/0000-0003-1989-4158

DOI: https://doi.org/10.31644/IMASD.28.2021.a05

Recepción: 29 de junio 2020 Aceptación: 09 de marzo 2021 Publicación: 01 octubre 2021

Resumen

El objetivo de este trabajo es determinar los principales rasgos a evaluar en el desempeño docente desde la opinión de los estudiantes a partir de las dimensiones: personal, disciplinar, didáctica-pedagógica y profesional que permitan retroalimentar al instrumento de evaluación del desempeño docente vía opinión del estudiante, utilizado en la Facultad de Ciencias de la Educación de la UATx. Se realizó un estudio bajo el enfoque cuantitativo, analizando las respuestas de 204 estudiantes pertenecientes a las dos licenciaturas que oferta la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad Autónoma de Tlaxcala: Ciencias de la Educación y Comunicación e Innovación Educativa. Se encontró que los principales rasgos a evaluar están relacionados con la planeación didáctica, las estrategias de evaluación del aprendizaje, la relación interpersonal docente-estudiante, así como la asiduidad y puntualidad.

Palabras clave: Evaluación docente; Evaluación del desempeño docente; Modalidades de la evaluación docente; Rasgos de la evaluación del desempeño docente

-Abstract-

The objective of this work was to determine the main features to be evaluated in the teaching performance from the opinion of the students from the dimensions: personal, disciplinary, didactic - pedagogical and professional that allow feedback to the instrument of evaluation of the teaching performance via the opinion of the student used in the Faculty of Education Sciences of the UATx. A study was carried out under the quantitative approach, analyzing the responses of 204 students belonging to the two degrees offered by the Faculty of Education Sciences of the Autonomous University of Tlaxcala: Educational Sciences and Educational Communication and Innovation. It was found that the main features to evaluate are related to didactic planning, learning evaluation strategies, the interpersonal teacher-student relationship, as well as assiduity and punctuality.

Keywords: Teacher evaluation; evaluation of teacher performance; modalities of teacher evaluation; features of teacher performance evaluation

Introducción

La evaluación de la docencia universitaria es un tema complejo que se ha tratado de comprender a lo largo del tiempo desde diversos enfoques, metodologías y técnicas. La finalidad de la evaluación docente es mejorar la calidad de la enseñanza, abonar en la rendición de cuentas y toma de decisiones en las instituciones. Al respecto, es importante diferenciar entre evaluación docente, evaluación del desempeño docente y evaluación del desempeño académico (Sánchez-Rincón, 2019). La primera, en el caso del docente universitario, considera las funciones sustantivas: docencia, investigación, gestión y tutoría (Caballero y Bolívar, 2015; Mas y Olmos, 2016). La segunda considera únicamente la docencia, es decir, todo lo que hace el docente desde planear sus clases hasta la puesta en práctica (Rueda, 2018). Y la tercera, está relacionada con la investigación, incluye la redacción de artículos, libros, ponencias, conferencias y asesorías. Este trabajo aborda, en primer lugar, una aproximación a los cuestionarios de evaluación del desempeño docente, al estudiante como agente evaluador, las dimensiones de la evaluación del desempeño docente y la evaluación del desempeño docente practicada en la UATx. Seguidamente, se presenta la metodología y métodos que rigió esta investigación en la que se puntualiza el enfoque, los sujetos así como el instrumento utilizado. Después, se presentan los resultados y discusión a partir de la información obtenida. Finalmente, las conclusiones.

Los cuestionarios de evaluación del desempeño docente

La evaluación del desempeño docente en la educación superior se ha venido realizando mediante diversos instrumentos desde la década de los cuarenta (García, 2003). Existen diferentes instrumentos para entender la realidad de la práctica educativa, sin embargo, el más utilizado en el mundo para evaluar la eficacia docente es el cuestionario vía opinión del estudiante (Gómez y Valdés, 2019). Comúnmente, en los cuestionarios se asume la enseñanza como una actividad multidimensional, y están basados en la noción de características genéricas de la enseñanza efectiva (Marsh, 1984). Es decir, las cualidades importantes de la enseñanza efectiva son sustancialmente invariables, no cambia de acuerdo a los cursos, disciplinas e instituciones (Marsh, 1984).

La investigación ha arrojado que los cuestionarios reflejan lo que el estudiante ve y vive en el aula, y se sostiene que dichos instrumentos son válidos y fiables (Luna y Torquemada, 2008; Luna y Reyes, 2015). Sin embargo, el diseño erróneo, los momentos de aplicación y el mal uso de los resultados, exhiben las malas prácticas y la continua disparidad entre lo encontrado en las investigaciones y los procedimientos implementados por las instituciones (Luna y Torquemada, 2008: Silva, 2016).

Inicialmente los cuestionarios de evaluación de la docencia fueron diseñados con base a una pedagogía conservadora sustentada en modelos de transmisión de conocimientos (Luna y Torquemada, 2008). Fue hasta el inicio de los noventa donde se cuestiona incluir únicamente las dimensiones asociadas a la efectividad docente en los cuestionarios. Además, existe la necesidad de incorporar las particularidades del contexto pedagógico y centrar la enseñanza en las necesidades de los estudiantes, privilegiando prácticas colaborativas de aprendizaje como una manera de responder a los modelos educativos de cada institución (Luna y Torquemada, 2008; Luna y Reyes, 2015). De igual manera, se incluyen dimensiones para evaluar las opiniones de los estudiantes de lo que aprendieron en el curso. No obstante, su masiva utilización despierta incredulidad en el profesorado, debido a que muchos de estos instrumentos han sido elaborados por las mismas instituciones, o bien son adaptaciones de otros cuestionarios y no siempre bajo criterios de rigor metodológicos y orientación adecuada.

Es imprescindible que las acciones de evaluación sean congruentes con la filosofía institucional para apoyar el logro de su misión. Así mismo, los resultados de la evaluación deben ser considerados dignos de crédito por los docentes, los estudiantes, los administradores y por la comunidad académica en general (Luna y Torquemada, 2008; Moreno, 2018). La credibilidad de las conclusiones se debe basar en la utilización de metodologías científicas que aseguren la confiabilidad y validez de los procesos e independencia política, así como el profesionalismo de los evaluadores.

El estudiante como agente evaluador del desempeño docente

El estudiante es uno de los agentes evaluadores del desempeño docente más antiguo y utilizado en las instituciones de educación superior nacionales de prácticamente el mundo entero (García, 2003). Esta práctica parte del hecho de que los estudiantes son una de las mejores fuentes de información del proceso de enseñanza–aprendizaje, así como del cumplimiento de objetivos académicos por parte del profesor. Los hallazgos existentes indican que los cuestionarios de evaluación de la docencia son instrumentos confiables y válidos para valorar la efectividad docente y que esas preocupaciones o resistencias naturales de los profesores y funcionarios universitarios para emplearlos no están del todo sustentadas en la investigación empírica (García, 2003). Por un lado, los alumnos a partir de su experiencia dentro de procesos educativos y con diversos profesores, son uno de los mejores jueces de la pertinencia de las actividades del profesor dentro del aula. Por otro lado, algunos autores cuestionan el uso de esta fuente de información, ya que argumentan que la visión de los estudiantes es parcial y subjetiva, considerando que no son expertos en la disciplina (Luna y Torquemada, 2008), por lo tanto, no cuentan con la capacidad para juzgar metodologías de aprendizaje en una disciplina en particular, la pertinencia bibliográfica o una secuencia didáctica, por lo que piensan que su opinión no refleja de forma clara el desempeño del profesor (Díaz- Barriga, F. 2004).

Dimensiones de la evaluación del desempeño docente

A pesar de que no existe consenso sobre las características de un docente de calidad, diversos estudios relacionados con la efectividad docente las pueden identificar y clasificar en dimensiones, de acuerdo con su importancia para el aprendizaje (Luna y Torquemada, 2008). Con base en la investigación de Sánchez-Rincón (2019), se identificaron cuatro dimensiones que consideran los principales rasgos a evaluar el desempeño docente: 1) personal, 2) disciplinar, 3) didáctico - pedagógica y 4) profesional. La primera está relacionada con la interacción docente-estudiante. La segunda considera el dominio estructural y conceptual del objeto de estudio. La tercera, por un lado, la didáctica se concibe como el estudio de la génesis, circulación y apropiación del saber y sus condiciones de enseñanza-aprendizaje (Diaz-Barriga, 2013). Por otro lado, lo pedagógico se convierte en una gran sombrilla que conjuga los aportes de distintas disciplinas científicas para explicar el acto educativo. La cuarta está vinculada con el cumplimiento de las reglas de la institución con relación a su práctica educativa dentro y fuera del aula (Galván y Farias, 2018).

La evaluación del desempeño docente en la FCE de la UATx

Consiste básicamente en la aplicación de un cuestionario en línea vía opinión del estudiante. Este instrumento se encuentra disponible a partir de la última evaluación parcial y es obligatorio que cada estudiante lo conteste para poder acceder a revisar sus calificaciones finales. Los resultados de la evaluación son entregados a cada docente por el coordinador del programa académico al inicio del siguiente semestre, mediante un documento que muestra los puntajes obtenidos y los óptimos en cada una de las dimensiones representados en una gráfica de polígono de frecuencia. Es importante mencionar que este instrumento fue retomado de una propuesta de la ANUIES en el año 2000 para evaluar el desempeño de los profesores. Sin embargo, necesita contextualizarse a las necesidades de la comunidad universitaria y considerar la participación de los involucrados en su elaboración.

Metodología y métodos

Este trabajo forma parte de un proceso de investigación más amplio, por lo que en este artículo únicamente se presentan resultados de las dimensiones: personal, disciplinar, pedagógico-didáctica y profesional. Se realizó bajo el enfoque cuantitativo, del tipo exploratorio, descriptivo y valorativo por inferencia estadística en las variables independientes.

Población. El total de estudiantes de cuarto a octavo semestre del periodo primavera 2020 de los dos planes de estudio de la Facultad de Ciencias de la Educación: Licenciatura en Comunicación e Innovación Educativa (LCEE) y Licenciatura en Ciencias de la Educación (LCE). Siendo 235 estudiantes correspondientes a la LCE y 64 estudiantes correspondientes a la LCEE.

Muestra. Para determinar el tamaño de muestra de la población se aplicó la fórmula de cálculo de muestra a un nivel de confianza del 95%, resultando 146 estudiantes para la LCE y 52 estudiantes para la LCEE. El resultado final considero 154 cuestionarios contestados por parte de los estudiantes de la LCE y 50 por parte de los estudiantes de la LCEE (se eliminaron dos cuestionarios debido a que estaban incompletos).

Variables categóricas. Se contemplaron las variables categóricas: semestre (de cuarto a octavo), programa educativo (LCE o LCEE), género (hombre o mujer) y aprovechamiento académico (de seis a diez).

Diseño, validación y aplicación del cuestionario

Diseño. El cuestionario está dividido en siete categorías principales: factores personales, factores académicos, dimensión personal, dimensión disciplinar, dimensión didáctico-pedagógica, dimensión profesional y expectativas en la evaluación del desempeño docente. En este caso en particular, solo se analizarán cuatro categorías: dimensión personal, dimensión disciplinar, dimensión didáctico-pedagógica y dimensión profesional. Se les colocó una escala Likert de 5 adjetivaciones que van desde no aceptable hasta excelente.

Validación de constructo. Para la validación de constructo se realizó su revisión por un grupo de expertos, constituido por investigadores del posgrado en Educación de la UATx, quienes analizaron y evaluaron cada uno de los ítems, considerando los objetivos de la investigación. Después de atender las observaciones hechas por los expertos y ajustar el cuestionario, se realizó una prueba piloto con algunos estudiantes de la Facultad de Filosofía y Letras de la UATx. Posteriormente, se realizó una validación estadística para asegurar la confiabilidad del ítem con el algoritmo Alpha de Cronbach arrojando un valor de 0.84.

Aplicación. La recogida de información se realizó directamente con cada uno de los estudiantes pertenecientes a los dos planes de estudio. Para la LCE se obtuvieron 154 cuestionarios de los cuales 120 pertenecen a las mujeres y 34 a los hombres. En cuanto a LCEE se obtuvieron 50 cuestionarios de los cuales 27 corresponden a mujeres y 23 a hombres.

Resultados

Se realizó la prueba t Student para la aprobación de hipótesis como medida de comparación en una muestra mediante la agrupación de datos en cuatro dimensiones: a) personal, b) disciplinar, c) didáctico-pedagógica y d) profesional. Los resultados son el producto derivado del análisis estadístico apoyados en el programa SPSS versión 19.

a) La dimensión personal

En todas las variables se obtuvieron valores de prueba de hipótesis superiores a 1.96 (valor de tablas), por lo que se rechaza la hipótesis nula. Se encontró que la variable ponderada como “excelente” es el trato de respeto. Asimismo, las variables valoradas como “muy buenas” son la atención individual y la motivación del docente hacia el estudiante para asistir a tutorías. Por último, la variable ponderada como “aceptable” es la dedicación de tiempo por parte del docente a sus alumnos (ver tabla 1).

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La interacción docente-estudiante es uno de los rasgos mejor valorados por los estudiantes: respeto, atención y motivación. Nos llama la atención la poca importancia que se otorga a la dedicación del docente hacia sus estudiantes fuera de clase.

b) Dimensión disciplinar

El dominio del docente en la asignatura que imparte es valorado en el sentido “excelente” por los estudiantes. Se obtuvieron valores de prueba de hipótesis superiores a 1.96 (valor de tablas), comparado con un valor de prueba u = 4.5, por lo que se rechaza la hipótesis nula (ver tabla 2).

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El docente universitario tiene el compromiso de ser un especialista en su área de conocimiento, tiene que estar vinculada a la investigación sobre el contenido de su materia y a la docencia misma.

c) La dimensión didáctico-pedagógica

En todas las variables se obtuvieron valores de prueba de hipótesis superiores a 1.96 (valor de tablas), por lo que se rechaza la hipótesis nula. Se encontró que las variables ponderadas como “excelentes” están relacionadas con la planeación de la clase, la claridad del docente en su discurso, la utilización de diversos medios de apoyo en la enseñanza-aprendizaje, que el docente dé a conocer con anticipación los criterios de evaluación del aprendizaje y justicia en las evaluaciones.

Las variables valoradas como “muy buenas” tienen que ver con que el docente siga una secuencia lógica y ordenada de la clase y la exposición de los temas, así como relacionar los conocimientos previos con los nuevos. Así mismo, el docente debe buscar la forma de incentivar la participación de los estudiantes en clase elaborando y exponiendo temas, el fomento al diálogo y debate de los temas vistos. Así mismo, debe utilizar estrategias diversas de evaluación del aprendizaje, entregar en tiempo y forma los resultados e informar a los estudiantes sobre el comportamiento de la aprehensión del conocimiento. La variable valorada como “buena” está relacionada con el fomento al trabajo en grupo. Por último, la variable ponderada como “aceptable” está relacionada con la realización de estrategias para ayudar a organizar la nueva información por aprender y estrategias para comprender mejor los temas (ver tabla 3).

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Se espera que el docente privilegie estrategias didácticas que guíen a los estudiantes al desarrollo de habilidades cognitivas de alto nivel, a la interiorización razonada de valores y actitudes, a la apropiación y puesta en práctica de aprendizajes complejos, resultado de su participación en ambientes educativos vivenciales y situados en contextos reales (Diaz-Barriga, F y Hernández, 2010).

d) La dimensión profesional

En todas las variables se obtuvieron valores de prueba de hipótesis superiores a 1.96 (valor de tablas), por lo que se rechaza la hipótesis nula. Se evidencia, en primer lugar, que las variables ponderadas como “excelentes” se refieren que el docente asista con regularidad y cumpla con los horarios establecidos en clase y tutoría. En segundo lugar, las variables ponderadas como muy buenas conciernen a que el docente asista con puntualidad y termine sus clases en el horario indicado (ver tabla 4).

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Resulta interesante observar que los ítems considerados en esta dimensión se encuentran valorados entre excelentes y muy buenos, evidenciado lo importante que es el compromiso del docente con su práctica educativa.

Conclusiones

El objetivo de este artículo fue determinar los principales rasgos a evaluar en el desempeño docente desde la opinión de los estudiantes a partir de las dimensiones: personal, disciplinar, didáctica-pedagógica y profesional que permitan retroalimentar al instrumento de evaluación del desempeño docente vía opinión del estudiante utilizado en la Facultad de Ciencias de la Educación de la UATx. Las conclusiones las podemos agrupar en las cuatro dimensiones mencionadas con anterioridad:

Dimensión personal

Los hallazgos encontrados coinciden con el trabajo de Cabalín, Navarro, Zamora y San Martin (2010) quienes evidencian que el respeto es la principal característica de un buen profesor universitario. De igual forma, Casero (2016) encontró que las cualidades personales del docente son de los principales rasgos a evaluar en su desempeño. El buen docente es aquel que no presenta momentos de indiferencia con sus estudiantes (Galván y Farías, 2018). Respecto a la motivación del docente para con los estudiantes, Cabalín et al. (2010) encuentran resultados diferentes, ya que en su investigación la motivación se encuentra en el último sitio de 10 características de un buen profesor universitario. Es importante mencionar que la motivación es intrínseca, el docente debe generar ambientes de aprendizaje desafiantes, pertinentes y contextualizados para que los estudiantes se interesen por el objeto de estudio. Por último, resulta interesante observar que los estudiantes otorguen valoraciones de “aceptable” a las acciones del docente relacionadas con dedicar tiempo a los estudiantes después de clase.

Dimensión profesional

Los resultados concuerdan con lo evidenciado por Hickman, Alarcón, Cepeda, Cabrera y Torres (2016), quienes encontraron, desde la opinión de los estudiantes, que los rasgos relacionados con la asistencia y puntualidad son el segundo aspecto más importante de un total de 10 para evaluar el desempeño docente. Al respecto, Perrenoud (2008) se pregunta si cumplir con el calendario escolar o con la cantidad de horas de clase de una disciplina asegura que los estudiantes aprendan.

Dimensión didáctico- pedagógica

Al igual que en otras investigaciones, la planeación didáctica es uno de los rasgos más importantes a evaluar por los estudiantes (Reyes, González y Ramírez, 2018: Leguey, Leguey y Matosas, 2018). Así mismo, Abadía, Bueno, Ubieto, Márquez, Sabaté, Jorba y Pagés (2015), encontraron en un primer lugar a la capacidad del docente de explicar bien los contenidos. Respecto a las estrategias de evaluación del aprendizaje existen coincidencias con el trabajo de Abadía et al. (2015) resaltando la importancia para los estudiantes de contar previamente con los criterios de evaluación en cada uno de los productos propuestos por el docente. Sanahuja y Sánchez-Tarazaga (2018) consideran necesario que los docentes demuestren su competencia evaluativa: saber evaluar, saber cómo evaluar y realizar la evaluación como un amplio conjunto de técnicas y métodos. En cuanto a la utilización de medios variados de apoyo a la enseñanza, existe una pequeña diferencia con lo encontrado por Martínez, Sánchez y Martínez (2010) quienes evidencian calificaciones medias de 4.0 como “muy buena” respecto a los hallazgos de esta investigación valorados como “excelentes”.

Es interesante encontrar valoraciones de “buena” a las acciones del docente para promover el trabajo en grupo, considerando que la Universidad Autónoma de Tlaxcala cuenta con un modelo educativo el cual privilegia el aprendizaje sociocultural. Además, los estudiantes otorgan ponderaciones de “aceptable” respecto a que el docente realice organizadores gráficos para recuperar los conocimientos previos y para relacionar la nueva información por aprender.

En lo general, se encontró que los rasgos asociados con lo didáctico-pedagógico son bien valorados por los estudiantes universitarios (Fernandes, Sotolongo y Martínez, 2016; Ávila, Juárez, Arreola y Palmares, 2019). En este sentido, Díaz-Barriga y Hernández (2010) sostienen que estas estrategias de enseñanza pretenden facilitar intencionalmente un procesamiento profundo de la información que se va a aprender o reforzar lo aprendido. Es importante mencionar que es el docente quien con base a su experiencia sabe cómo, cuándo, dónde y por qué utilizar ciertas estrategias de enseñanza.

Dimensión disciplinar

Lo encontrado en esta investigación coincide con el trabajo de Galván y Farías (2018) quienes encuentran que el dominio del contenido de la materia que imparte, impacta de manera favorable en la evaluación del desempeño docente. De igual forma, Fernández y Luna (2004) encuentran en primer lugar el dominio de la asignatura respecto al trabajo del docente en el aula.

Los resultados obtenidos han permitido identificar que las valoraciones emitidas por los estudiantes respecto a los principales rasgos a evaluar en el desempeño docente son consistentes con lo encontrado en diversos estudios. Sin embargo, resulta notable que cumplir con los horarios establecidos en clase y tutorías tenga mayor relevancia que el docente trabaje con organizadores gráficos para facilitar el aprendizaje, o que fomente el trabajo en grupo, más aun, la dedicación de tiempo a los estudiantes fuera de clase para resolver sus dudas. De igual forma, discutir si es conveniente mantener o diferenciar pesos a los rasgos identificados como excelentes para obtener la calificación total en la evaluación del desempeño docente. Se sugiere que en próximas investigaciones se profundice en métodos cualitativos para recoger las impresiones de docentes y estudiantes de otras Facultades de la Universidad Autónoma de Tlaxcala, pues los diferentes contextos de formación pudieran influir en construcciones diversas de los participantes.

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