Participación estudiantil en procesos de evaluación externa, un elemento de consolidación en la cultura de calidad de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla

Student participation in external evaluation process, an element of consolidation in the culture of quality of Benemerita Universidad Autonoma de Puebla

Una de las tareas principales en las Universidades es formar estudiantes que puedan insertarse, adaptarse e incidir eficazmente en el ámbito laboral, para poder garantizar a la sociedad que estos alumnos cuentan con los elementos necesarios para poder desarrollarse profesionalmente. El Gobierno Federal Mexicano a lo largo de las dos últimas décadas ha implementado diversas políticas educativas encaminadas a la mejora de la calidad en la Educación Superior; una de ellas se refiere a la evaluación de los programas educativos de Educación Superior, a través del Sistema Nacional de Evaluación y Acreditación de México conformado por instancias que evalúan en diferentes niveles a individuos, programas educativos e instituciones completas.

En el caso específico de la evaluación a programas educativos de licenciatura existen dos instancias que valoran su calidad, por un lado los Comités Interinstitucionales para la Evaluación de Educación Superior (CIEES), integrado por 7 comités de distintas áreas del conocimiento por medio de la evaluación de pares académicos, asignando un nivel ( del 1 al 3, siendo el nivel 1 el de mayor reconocimiento) y por otro lado el Consejo para la Acreditación de la Educación Superior A.C (COPAES) que avala a 29 organismos acreditadores de distintas áreas del conocimiento para la acreditación de dichos programas. Estos reconocimientos se plasman en el Padrón de Programas de Buena Calidad emitido por la Subsecretaría de Educación Superior. Cabe señalar que la acreditación por algún organismo reconocido por el COPAES y el Nivel 1 de los CIEES son equivalentes como reconocimiento de calidad. Por otra parte, la Subsecretaría de Educación Superior dentro del Programa de Fortalecimiento de la Calidad en Instituciones Educativas (PROFOCIE), anteriormente denominado Programa Integral de Fortalecimiento Institucional, señala que un Programa de Buena Calidad debe contar con nueve elementos esenciales (SES, 2009).

• Una amplia aceptación social por la sólida formación de los egresados.

• Altas tasas de titulación o graduación.

• Profesores competentes en la generación, aplicación y transmisión del conocimiento, organizados en cuerpos académicos.

• Currículum actualizado y pertinente.

• Procesos e instrumentos apropiados y confiables para la evaluación de los aprendizajes.

• Servicios oportunos para atención individual y en grupo de los estudiantes.

• Infraestructura moderna y suficiente para apoyar el trabajo académico de profesores y alumnos.

• Sistemas eficientes de gestión y administración

• Servicio social articulado con los objetivos del programa educativo.

Esto quiere decir que todo programa reconocido por su calidad debería contar con los puntos anteriormente señalados y de igual forma ser palpable para la comunidad universitaria, así como para la sociedad en general. El que las universidades cuenten con programas de buena calidad tiene como uno de sus principales objetivos ofrecer una mejor formación a los estudiantes.

Desde el punto de vista de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, BUAP y de acuerdo con el Modelo Universitario Minerva, se concibe al estudiante como el agente principal en el proceso de construcción del conocimiento, como un ser humano con deseos de evolucionar, en posibilidad de identificar las estrategias que mejor le funcionen para lograr su propio aprendizaje.

De igual manera se enuncia que las necesidades de los estudiantes son el punto de partida para desarrollar experiencias pedagógicas, en ellas existe una búsqueda constante por lograr un equilibrio entre el conocimiento personal y el conocimiento curricular; esto facilitará que el estudiante asuma la responsabilidad de su propio aprendizaje (MUM, 2009). Siendo los alumnos los receptores directos de estos beneficios ¿Qué tan informados e involucrados están los estudiantes respecto a la calidad de su programa educativo en la BUAP? Si bien todos los programas de licenciatura evaluables que oferta la BUAP están reconocidos por su calidad, este artículo pretende mostrar la importancia que tiene promover la participación y conocimiento de los alumnos respecto a la calidad de sus licenciaturas; muchas veces los alumnos desconocen de estos temas, por ello se retoma la opinión estudiantil como un medio de verificación en concordancia con lo que enuncian los organismos externos en comparación con la percepción que tienen los estudiantes.

Desde el punto de vista de Xiaoyang Zhao (2012) las universidades tienen que adoptar las sugerencias de los estudiantes como puente de comunicación, ya que esta información puede contribuir a la mejora de la Educación Superior, tomando en cuenta la experiencia que viven los estudiantes día a día en sus licenciaturas; aunque diversas posturas opinen que la valoración estudiantil es subjetiva y no siempre apegada a la realidad. De manera semejante, Escudero (2003) menciona que el objeto del proceso evaluativo en la Educación Superior es determinar el cambio ocurrido en los alumnos, pero su función es más amplia que el hacer explícito este cambio a los propios alumnos, padres y profesores; es también un medio para informar sobre la eficacia del programa educacional. En este sentido, si el objetivo de la evaluación es determinar el cambio en los estudiantes, entonces se tiene que hacer partícipe a estos para generar mayor conciencia en torno al tema de calidad educativa.

Por otra parte Leite, Santiago, Sarrico y Polidori (2006) consideran que los estudiantes no son vistos tradicionalmente como actores con capacidad de evaluar los procesos de evaluación y que sus opiniones podrían haber sido ignoradas simplemente debido a su interferencia en la experiencia profesional de los académicos. En la gran mayoría de los procesos de evaluación los estudiantes son considerados como una fuente de información externa, sin embargo estos autores argumentan que los alumnos sí cuentan con la capacidad para poder valorar, más aún cuando se trata de su formación. A su vez Carilli (2000) señala que la satisfacción del estudiante con la institución es uno de los indicadores más importantes de la eficacia institucional.

La Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES, 2012) en su documento de Inclusión con Responsabilidad Social, propone diseñar entre todos los actores involucrados en el desarrollo de la Educación Superior en México, una estrategia que haga posible contar con un modelo de evaluación, que impulse el desarrollo académico con un sistema de información confiable, en la cual se requiere la participación de las instituciones y actores a ser evaluados en el diseño y en la ejecución de los instrumentos de evaluación.

Los procesos de mejora y aseguramiento en la calidad en las universidades, se encuentran en una fase de consolidación, las prácticas evaluativas de los programas educativos se han convertido en parte del proceso natural que viven día a día las Instituciones de Educación Superior de forma mecanizada. En el Informe Bricall presentado en el 2000 se afirma que ya no se debate en las universidades la conveniencia de medir y evaluar la calidad de su docencia, su investigación, sus servicios y su organización, porque ya son prácticas comunes y aceptadas ampliamente en el ámbito universitario, más bien son las características y cada uno de los aspectos concretos de la evaluación los que deben ser motivo del análisis. (Bricall, 2000: 360)

De acuerdo con lo anterior, es importante analizar en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla de qué manera perciben los alumnos la calidad de los programas que cursan, su participación y conocimiento en los procesos de evaluación y en temas de calidad educativa. A través de este tipo de análisis, se favorecerá la consolidación de una cultura de calidad que permita contar con un mejor diagnóstico institucional.

El siguiente apartado describe los avances obtenidos bajo un enfoque de carácter cuantitativo. Se presenta como un estudio descriptivo-explicativo-evaluativo que permitió conocer la relación existente entre las variables dependientes e independientes expresadas en la Tabla I, estas variables se retomaron del sustento teórico de la investigación, las cuales fueron establecidas principalmente por el objetivo de determinar la percepción y satisfacción estudiantil respecto a la calidad educativa de sus programas. Es un estudio no experimental de tipo transversal.

Sujetos y población: La población hace referencia a los estudiantes de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla que pertenecen a programas de buena calidad, de las Divisiones de Educación Superior (DES) Económico-Administrativo y de la DES de Ciencias Naturales.

El tamaño del universo de los tres programas educativos es 1200 alumnos, la muestra proporcional al número de estudiantes para la investigación fue de 293 alumnos, al 95% de confianza, con un margen de error de 5% y un nivel de heterogeneidad de 50%.

La muestra es probabilística intencionada, ya que se tomaron en cuenta ciertos requisitos de inclusión con características particulares respecto a las prácticas evaluativas y al tiempo de oferta en los programas educativos. Se eligieron tres programas educativos de los 15 por ambas Divisiones de Educación Superior, los tres con reconocimiento de calidad, las características de inclusión fueron: en primer lugar la fecha de creación, se seleccionaron, un programa de reciente creación, de mediana creación y de antigua creación; y el segundo punto que contaran con un arraigo cultural de la evaluación. Los programas seleccionados fueron: de la DES Económico-Administrativo, dos Programas Educativos: Ciencias de la Comunicación (reciente creación) Contaduría Pública (antigua creación) y Químico Farmacobiólogo (mediana creación), a continuación se describen las características de cada uno.

El Programa de Contaduría Pública ofertado desde 1937 y considerado como el mejor programa educativo por sus reconocimientos de calidad, obtuvo el Nivel 1 de CIEES en el 2000, la acreditación por el Consejo de Acreditación en la Enseñanza de la Contaduría y Administración A.C (CACECA) en 2008 y en 2010 asegura su calidad nuevamente a través de los CIEES; es la primera licenciatura de la BUAP que se evalúa internacionalmente en 2013.

En el caso del Programa de Ciencias de la Comunicación, es un programa relativamente joven (se oferta desde 1997), su primer reconocimiento de calidad lo obtiene en el 2002 por parte del Consejo Nacional para la Enseñanza y la Investigación de las Ciencias de la Comunicación (CONEICC) otorgándole la acreditación a la licenciatura. Para el 2008 el programa educativo se somete a evaluación por pares académicos de los CIEES obteniendo el nivel 1 y en el 2010 ratifica su calidad por medio del Consejo de Acreditación de Comunicación (CONAC).

Para el caso de la DES de Ciencias Naturales, el Programa Educativo de Químico Farmacobiólogo, ofertado por la Facultad de Ciencias Químicas, cuenta con el nivel 1 de CIEES, y acreditado por COMAEF (Consejo Mexicano para la Acreditación de Educación Farmacéutica A. C) en 2013. Ofertado desde 1965; se eligió por el adecuado seguimiento y atención que dan a las recomendaciones por parte de los organismos externos, su modelo se retomó para todas las demás licenciaturas, y de este modo implementar el seguimiento y atención a las recomendaciones de manera institucional y sistematizada.

La recolección de datos se llevó a cabo a través de un cuestionario tipo encuesta de 86 ítems, estadísticamente se analizó el instrumento utilizando un Alfa de Cronbach obteniendo un valor de: .962, demostrando la fiabilidad y consistencia de los ítems.

La recolección de datos se llevó a cabo a través de un cuestionario tipo encuesta. Para el diseño se realizó al inicio una matriz de congruencia en la cual se plasmaron las preguntas de investigación, los objetivos, las variables, y su definición (operacionalización de las variables) y los posibles ítems para cada una, dando como resultado, un cuestionario de 86 afirmaciones distribuidas en dos partes, la que determina el contenido de las variables independientes y dependientes, así como el número de ítems por cada variable, como se observa en la Tabla II.

Los datos obtenidos se analizaron utilizando un algoritmo matemático que extrae el porcentaje de la frecuencia relativa de las respuestas positivas a los resultados emitidos por los estudiantes, para poder emitir un juicio de evaluación, se diseñó una escala tipo rúbrica analítica¹ que determina la fase de desarrollo que han alcanzado las variables dependientes de acuerdo con la percepción de los alumnos.

¹ Escala para el diseño de la rúbrica

80-100% Fase de Excelencia

60-79% Fase de Aproximación Fundamentada resultados muy buenos

40-59% Aproximación Reactiva existe un acercamiento bueno a lo planeado

20-39% Fase en Desarrollo de los procesos de servicios educativos para alcanzar las metas

0-19% Etapa inicial de implementación de los cambios necesarios en el PE

El presente artículo sólo reporta los resultados obtenidos en la variable de procesos de evaluación externa, donde se midió el conocimiento y participación activa estudiantil en los procesos de evaluación externa que se llevan a cabo en la universidad, en su facultad y específicamente en su programa educativo, así como la difusión de resultados obtenidos en las evaluaciones o acreditaciones, planteando el supuesto de que los estudiantes se involucran y conocen los procesos a los cual se somete su programa educativo.

De acuerdo con el supuesto planteado de que los estudiantes conocen y se involucran en los procesos de evaluación externa, se puede decir lo siguiente: La percepción de los estudiantes acerca de esta categoría revela que la participación de los estudiantes en estos procesos no ha permitido contribuir completamente en beneficio del programa educativo.

A pesar de que los alumnos perciben que la BUAP es reconocida por su calidad a nivel nacional, no comparten la misma opinión cuando se plantea la misma pregunta respecto a su facultad y en su programa educativo, esto quiere decir que los estudiantes reconocen la calidad institucional pero aún no es palpable es sus licenciaturas de manera fundamentada.

Por otra parte, el involucramiento en los procesos de evaluación externa de los alumnos aún se encuentra en una fase de desarrollo, con esto se puede asumir la desinformación estudiantil que existe aún de estos procesos evaluativos, aunque no exista una participación mayoritaria la difusión de los resultados es aceptable con una aproximación reactiva.

Es necesario trabajar en la participación de los estudiantes en los procesos de evaluación, antes, durante y después de las evaluaciones, ello está limitando el conocimiento y aportaciones que ellos pueden realizar, esto también se puede ver reflejado en la valoración que hacen los estudiantes si la comunicación entre la facultad y ellos beneficia su formación con un 44% de reacción positiva, de igual manera la difusión de la información de procesos de evaluación y acreditación con 47% de respuesta positiva en una aproximación reactiva, como se observa en la Tabla No. III

También se realizó una prueba de T Student, este tipo de análisis permite efectuar una valoración de la hipótesis por medio de análisis de inferencia estadística de comparación de medias, la prueba T Student para una muestra, compara la media de una variable con un valor conocido o hipotetizado con un intervalo de confianza al 95% para la diferencia entre la media de la variable de contraste y el valor hipotetizado de la prueba como µ con valores de 3, 3.5, 4, y 4.5. Mostrado en la Tabla No.IV.

Desde la inferencia estadística, permitió tener una valoración más puntual de las percepciones de los estudiantes, por lo que los resultados valorados a través de la T student aportan que, si bien a lo largo de las licenciaturas se brinda información acerca de los procesos de evaluación externa (evaluación /acreditación) del Programa Educativo y a partir de estos se generan mecanismos de comunicación que propician beneficios en los servicios a los estudiantes que logren desarrollar una mejor formación profesional, estas tres variables se muestran en un rango de lo aceptable, es decir que la información que reciben no está siendo suficiente así como las acciones de mejora, que a pesar de ser reconocidas por los estudiantes aún no cuentan con un alto nivel de significancia.

Otro punto que se aborda en esta categoría tiene que ver con el conocimiento que tienen los estudiantes respecto a los indicadores que integran un Programa Educativo de Buena Calidad, encontrando que los alumnos desconocen los indicadores de calidad con los que cuenta su programa educativo relacionado con la falta de información brindada previo, durante y después de estos procesos.

Paradójicamente aunque los estudiantes no conocen los elementos que conforman un programa de calidad, si reconocen que la BUAP goza de reconocimiento y prestigio académico a nivel nacional, pero sin saber a qué hace referencia la calidad educativa, de los 86 ítems, éste es el que obtuvo el mayor criterio de evaluación con un µ de 4.

El hecho de que los estudiantes no conozcan los indicadores que miden la calidad de sus programas educativos, tiene que ver con la participación abierta de los alumnos en la construcción de la evaluación, la visita y la entrega de resultados, muchas veces los únicos alumnos que participan son los seleccionados para intervenir en las entrevistas que realizan los evaluadores, sin embargo es necesario que toda la información de los procesos fluya en todas las direcciones y que no sólo permee en algunos estudiantes.

De igual manera, ocurre con la difusión de los resultados, los alumnos están enterados de los reconocimientos de calidad sin saber en qué consisten y cuál fue el proceso para alcanzarlo, es necesario que los directivos promuevan a incentiven el interés de los alumnos en estos procesos que beneficiarán su formación profesional, ya que desde el punto de vista estudiantil los directivos no están promoviendo esta participación.

De manera general, para esta categoría se puede decir que la mayoría de las variables se valoran apenas de manera aceptable, ninguna en un nivel bueno, únicamente una variable con un criterio de valoración con una media de 4.24, y dos variables con criterios de valoración no aceptables lo cual indica que los procesos de evaluación externa que se llevan a cabo en los programas educativos aún no están influyendo de manera significativa en relación con la expectativa de la BUAP, como se observa en el Gráfico I. Donde el nivel más alto o expectativa deseada acerca de los resultados de la evaluación externa sería una valoración de 5 y la T calculada determina una valoración en lo aceptable a nivel global.

Gráfico I: Impacto de los procesos de evaluación externa

Se puede concluir que, a pesar de que los programas educativos son reconocidos por su buena calidad a través de la evaluación externa, y de que los estudiantes identifiquen a la BUAP con prestigio nacional, existe una brecha de conocimiento y participación estudiantil en los procesos de evaluación. Si bien es cierto que algunos participan de manera indirecta, como en las entrevistas realizadas por evaluadores externos, más allá de estas intervenciones se llega a la conclusión de que existe la necesidad de difundir e implementar diversas estrategias que mantengan informado al estudiante, de lo que la evaluación externa representa en beneficio de su formación profesional, de los elementos que evalúan y de los resultados obtenidos.

Es fundamental tomar en cuenta la opinión de los estudiantes, no sólo porque aportan información valiosa de los indicadores medibles de calidad, sino para conocer sus necesidades en el cumplimiento de la misión institucional y en la formación profesional.

La falta de participación de los estudiantes en los procesos de evaluación externa es un factor que está incidiendo en la forma en que los alumnos valoran la calidad de sus programas educativos, si lo alumnos contaran con la información necesaria en temas de calidad y evaluación educativa se formaría una conciencia estudiantil, lo que permitiría una retroalimentación más fundamentada de la calidad de la formación que reciben los estudiantes y los egresados de la BUAP.

Finalmente se propone que a nivel institucional, facultad y programa educativo se desarrollen programas de difusión y capacitación, que incluyan actividades extracurriculares que aborden temas de calidad educativa, talleres en desarrollo de indicadores de calidad impartidos por expertos institucionales e invitados que den a conocer sus experiencias en otros contextos nacionales e internacionales, el intercambio de prácticas de calidad educativa generará mayor co-responsabilidad en los estudiantes, así como vinculación que permitirá contrastar la realidad que viven los estudiantes, visualizar los cambios generados a través de la evaluación y las nuevas tendencias que marcan la calidad educativa. De manera simultánea se deben realizar de forma periódica estudios comparativos y seguimientos de la apreciación estudiantil con el fin de visualizar los cambios de percepción en temas calidad educativa.

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